
El refrán anterior lo hemos escuchado desde bien pequeños a nuestros padres y abuelos.
Era típico que en la época de recogida de la cosecha de patatas apareciesen unos animales con aspecto de lombriz, y que los adultos que estaban contigo, cuando aparecía, te decían que tuvieses mucho cuidado con ellos porque eran muy venenosos.
La curiosidad de niño hacía que preguntases qué hace a ese pequeño animal tan peligroso. La respuesta era siempre la misma “te lame la piel y si tienes alguna herida……….”.
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